sábado, 15 de abril de 2017

Un invitado inesperado - Parte 2

Tiempo falso


R no estaba seguro cuánto tiempo había pasado desde que se despertó, así que miró la hora en un pequeño radio reloj digital que se encontraba en una mesa de madera blanca con patas de metal tubulares, el radio reloj marcaba las 3:00 AM en un rojo intenso.“Una hora curiosa…” pensó.

-¿Por qué miras el reloj?- Z irrumpió el pensamiento  y de R - ¿crees que en este momento el tiempo es importante?, no ha pasado ni un segundo humano por si tenías curiosidad.

--¿En serio? -- contestó R -- ¡En mi mente han pasado más de 20 minutos!

-El tiempo no importa de donde vengo - continuo Z - ¡de donde tú realmente vienes!, el tiempo solo importa en la 3ra dimensión y dimensiones inferiores.

--Entonces ¿no estamos en la 3ra. dimensión?-preguntó R.

-No, estamos en la 4ta. la dimensión - Le respondió Z - A partir de esta dimensión el tiempo no importa mucho, lo puedes controlar, con ciertas reglas claro está.

R se encontraba sorprendido no sabía en qué momento había pasado de 3ra. dimensión a la 4ta. probablemente en el momento en que comenzó a soñar, probablemente todos los humanos cuando sueñan están en 4ta. dimensión solamente que no recordamos. Pero esto no era un sueño, esto era completamente real, tan real como jugar con alguien, como ver la televisión, como oler la comida, como acariciar a un perro, ¡se sentía muy real!. R no se quería quedar con la duda y preguntó.

--¿Entonces esto es un sueño?

-¡Claro que no! - Contestó Z gritando en “voz” alta (En realidad pensó en voz alta) - Esto es más real que donde te encontrabas hace un momento. Los humanos definen los sueños como algo que no es real. El sueño es un estado mental, los sueños humanos son un entrenamiento para poder vivir en la dimensión en la que en este momento nos encontramos.

--Creo comenzar a entender.-- Dijó R con una cara de duda.

R se encontraba más calmado, era lo que Z transmitía, una calma y confianza que te transmite un hermano, un padre o un muy buen amigo. Aunque independientemente de eso todavía quedaba una pregunta primordial, ¿Por qué lo visitaba de tan lejos?. Se hizo siete mil años luz en llegar a la tierra, R lo sabía, sabía la distancia exacta, conocía varias cosas que no conocía un día antes. Sabía que su hogar real se encontraba a siete mil años luz y que Z era un hermano, un hermano que no está ligado por algo tan mundano como la sangre, un hermano ligado por polvo de estrellas.

Ahí se encontraban los dos, Z estaba a lado de su helicóptero el cual había colocado junto al radio reloj en la mes, medía unos 35 cm. tenía la piel verde pistache y un traje de un verde jade con franjas negras laterales en los brazos y pies, también tenía una franja negra que rodeaba su cintura, estaba ligeramente pasado de peso para la complexión que tenía, “Gordito”, pensó R.

El reloj seguía marcando las 3:00 am y pareciera que el tiempo no tenía ganas de cambiar, R se encontraba observando a su pequeño amigo con la cara de curiosidad, cara que solo ponía cuando se realizaba muchas conjeturas en su mente. En este momento liberó la pregunta que Z estaba esperando.

--¿Por qué estás aquí?

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