miércoles, 14 de marzo de 2018

Un invitado inesperado - Parte 3

El Origen

Z venía e la sexta dimensión, un lugar donde todas las acciones serían consideradas como magia, donde no existía el hambre, el dolor, era un mundo donde todo se hacía a la velocidad del pensamiento, bastaba con pensar tu acción o tu deseo y este se hacía realidad en el momento inmediato. Un mundo donde existe la justicia, una utopía de unidad, donde los seres son más maduros. Un mundo donde los seres nacen con todos los valores humanos sin necesidad de aprenderlos. 

Según Z existían 7 dimensiones, y todos teníamos un cuerpo en cada una de ellas, es decir, tenemos un máximo dimensional y un mínimo dimensional. Por ejemplo si eras de  la dimensión 5, tenías un cuerpo diferente en la 4,3,2 y 1, pero si tú máximo era 5ta, tu objetivo era obtener un cuerpo de 6ta. por lo tanto Z no sabia cual era la dimensión 7.

Los cuerpos de una dimensión superior podría entablar contacto con un cuerpo de su dimensión inferior a través de los sueños. Z bajó 2 dimensiones para poder hablar con R y decirle que el planeta Tierra se encontraba en peligro. Pocos seres tienen la capacidad de comunicarse con otros en distintas dimensiones, Z era uno de ellos.


A 7000 años luz de la tierra estaba el planeta Six donde Z habitaba con su cuerpo de sexta dimensión, un planeta que no era físico, un planeta que los terrestres no podrían ver o simplemente imaginar, la capacidad humana se limita a sus ojos y a sus creencias, los seres que vivían ahí estaban más allá de eso, este es un planeta que solo se hace visible cuando el ser de quinta dimensión está completamente preparado para verlo, un ser no tiene que tener ni una pizca de maldad para poder visualizarlo. Era un planeta Etéreo, un planeta hecho de alma. Es complicado de explicar la materia por la cual estaba hecho el planeta Six, podría ser un planeta hecho de espíritu, de una materia tan sublime que cualquier humano podría traspasarlo, sin siquiera darse cuenta que lo hizo, pero aún así sentir una paz y una tranquilidad al hacerlo. Era el planeta etéreo.

R se encontraba en el planeta tierra de vacaciones, es divertido errar y complicarse la vida en ocasiones, pensaba R. Sin embargo en su planeta máximo actual (Four) era un guerrero mental. Su cuerpo de cuarta dimensión se encontraba en un estado de sueño debido a que cuando se viaja a la tierra se tiene que viajar “desnudo” eso incluye los recuerdos. Cuando naces en el planeta Tierra no recuerdas nada, pero tu esencia siempre te va a acompañar, esto quiere decir que nunca dejaras de ser tú, es decir,  R no se podía volver malo de la nada y seguiría teniendo alma de guerrero.

R se encontraba dormido en Four, y su cuerpo de tercera dimensión lo visitaba de vez en cuando para no perder la conexión a esto se le llamaba conexión mental. Tendría que volver a su cuerpo de vez en cuando para no perder su conexión mental, esto lo hace a traves de sueños. Aunque R no se daba cuenta de eso ya que cada vez que despertaba para él había sido un sueño.

Z se encontraba en su casa del planeta Four descansando, cuando recibió una llamada que decía que necesitaban a R para una misión de reconocimiento ya que el planeta tierra se encontraba en peligro. Las personas ya no entendían a que habían ido realmente. Se habían perdido en su avaricia, habían perdido la empatía, las ganas de superarse espiritualmente, las religiones se convirtieron en falsas y cada vez las acercaban menos a sus Ser, el dinero se volvió más importante que el amor, el sexo se convirtió en una práctica habitual, tal como si fueran animales, los humanos pelean con otros humanos por motivos estúpidos, prefieren construir un edificio que plantar un árbol o que salvar un animal, el planeta estaba muriendo.

R tenía que volver a su planeta natal y desde ahí tratar el problema.

Siguieron hablando (En realidad seguían haciendo telequinesis).

Z le contó de dónde y a qué venía, era una misión de rescate, pero... ¿rescate de qué?

Dijo Z muy seriamente:

--Las Almas grises quieren al planeta tierra!

R respondió con una pregunta:

¿Almas grises?

sábado, 15 de abril de 2017

Un invitado inesperado - Parte 2

Tiempo falso


R no estaba seguro cuánto tiempo había pasado desde que se despertó, así que miró la hora en un pequeño radio reloj digital que se encontraba en una mesa de madera blanca con patas de metal tubulares, el radio reloj marcaba las 3:00 AM en un rojo intenso.“Una hora curiosa…” pensó.

-¿Por qué miras el reloj?- Z irrumpió el pensamiento  y de R - ¿crees que en este momento el tiempo es importante?, no ha pasado ni un segundo humano por si tenías curiosidad.

--¿En serio? -- contestó R -- ¡En mi mente han pasado más de 20 minutos!

-El tiempo no importa de donde vengo - continuo Z - ¡de donde tú realmente vienes!, el tiempo solo importa en la 3ra dimensión y dimensiones inferiores.

--Entonces ¿no estamos en la 3ra. dimensión?-preguntó R.

-No, estamos en la 4ta. la dimensión - Le respondió Z - A partir de esta dimensión el tiempo no importa mucho, lo puedes controlar, con ciertas reglas claro está.

R se encontraba sorprendido no sabía en qué momento había pasado de 3ra. dimensión a la 4ta. probablemente en el momento en que comenzó a soñar, probablemente todos los humanos cuando sueñan están en 4ta. dimensión solamente que no recordamos. Pero esto no era un sueño, esto era completamente real, tan real como jugar con alguien, como ver la televisión, como oler la comida, como acariciar a un perro, ¡se sentía muy real!. R no se quería quedar con la duda y preguntó.

--¿Entonces esto es un sueño?

-¡Claro que no! - Contestó Z gritando en “voz” alta (En realidad pensó en voz alta) - Esto es más real que donde te encontrabas hace un momento. Los humanos definen los sueños como algo que no es real. El sueño es un estado mental, los sueños humanos son un entrenamiento para poder vivir en la dimensión en la que en este momento nos encontramos.

--Creo comenzar a entender.-- Dijó R con una cara de duda.

R se encontraba más calmado, era lo que Z transmitía, una calma y confianza que te transmite un hermano, un padre o un muy buen amigo. Aunque independientemente de eso todavía quedaba una pregunta primordial, ¿Por qué lo visitaba de tan lejos?. Se hizo siete mil años luz en llegar a la tierra, R lo sabía, sabía la distancia exacta, conocía varias cosas que no conocía un día antes. Sabía que su hogar real se encontraba a siete mil años luz y que Z era un hermano, un hermano que no está ligado por algo tan mundano como la sangre, un hermano ligado por polvo de estrellas.

Ahí se encontraban los dos, Z estaba a lado de su helicóptero el cual había colocado junto al radio reloj en la mes, medía unos 35 cm. tenía la piel verde pistache y un traje de un verde jade con franjas negras laterales en los brazos y pies, también tenía una franja negra que rodeaba su cintura, estaba ligeramente pasado de peso para la complexión que tenía, “Gordito”, pensó R.

El reloj seguía marcando las 3:00 am y pareciera que el tiempo no tenía ganas de cambiar, R se encontraba observando a su pequeño amigo con la cara de curiosidad, cara que solo ponía cuando se realizaba muchas conjeturas en su mente. En este momento liberó la pregunta que Z estaba esperando.

--¿Por qué estás aquí?

domingo, 9 de abril de 2017

Un invitado inesperado - Parte 1


Ovnis les dicen muchos, extraterrestres a lo que viene dentro del objeto, él al final de la historia lo llamó amigo. Así es como comienza la historia de este curioso visitante.

El ruidoso helicóptero


Una noche de sueño perfecto tenía R, no soñaba en nada, él simplemente estaba durmiendo plácidamente en su cama. Estaba de visita en casa de su abuela así que no se encontraba en un cuarto propio, él se encontraba en un colchón que su abuela pone cada vez que sus nietos van de visita, esta vez R fue con sus hermanos.

La noche iba bien cuando algo le comenzó a molestar, escuchaba algo afuera de la casa, una casa muy pequeña con techos de lámina y una altura reducida, se podía escuchar de vez en cuando los gatos que pasaban corriendo en todo el techo de la casa o las gotas de lluvia que hacían retumbar todo el techo de la casa. El ruido llegó a sus oídos hasta el punto que le hicieron abrir los ojos, se levantó con una lentitud como lo haría cualquier niño de diez años, todavía seguía un poco dormido, le tomó algo de tiempo despertar por completo, cuando lo hizo seguía escuchando el mismo ruido.

Era un helicóptero indudablemente, pero solo él lo había escuchado, todos los demás seguían dormidos. Debajo de él se encontraban sus dos hermanos en otro colchón al ras del piso, su abuela se encontraba con su hermana en una cama de madera junto a él. Se le hizo extraño que un helicóptero sonara tan cerca de la casa así que se asomó.

Era un pequeño helicóptero con tonos verdes como el jade y plateados como el mercurio, era muy brillante, se movía en círculos sobre la casa e iba generando colores como la aurora boreal se vería en un buen día de búsqueda, era tan tranquilizador ver este espectáculo, pareciera que solo lo hacía para saludar a R que en ese momento estaba observando por la ventana.

Poco a poco el helicóptero fue disminuyendo su velocidad hasta quedar inmóvil en un punto, después de esto se dirigió a la ventana desde donde veía el pequeño niño de diez años, antes de que R pudiese reaccionar y abrir la ventana para que el helicóptero pasara sin romperla, este ya se encontraba dentro del cuarto. ¡Había atravesado la ventana sin romperla!.

R se encontraba sorprendido, no sabía en qué pensar, no sabia que sentir, tenía tantos sentimientos que no había experimentado en su corta vida, no sabía como reaccionar. El pequeño amigo se comunicó, pero no movió lo labios, le dijo “hola” un hola muy amigable. R se encontraba un poco confundido debido a que escuchó claramente su voz pero no concordaba con lo que había visto, el pequeño amigo le estaba “hablando” a su mente, se comunicaba telepática mente, esto hacía todo más simple, de esta manera la voz no rompería el silencio y no rompería el momento.

R le contestó el saludo sin mover labios simplemente pensó y dirigió el pensamiento hacia el pequeño ser.

--¿Hola? -- pensó R sin saber si Z entendería.
-¿Ya no te acuerdas de mi?- Contestó Z -Eramos amigos antes de que llegaras aquí. Soy Z.
R no sabía el por qué sus palabras retumbaron y ese nombre “Z” se le hacía demasiado familiar, “Z” -- Pensó. Cuando lo imaginó sintió paz, lejanía, familiaridad, este último sentimiento lo asustó un poco, cómo podría sentir familiar algo que es tan lejano. Algo tan lejano como las estrellas, algo que se encuentra miles de años luz lejos de la tierra. Pero ¿cómo era posible que supiera exactamente qué tan lejos estaba?, R sabía que el lugar donde estaba pensando lo podría llamar casa sin ninguna duda. ¿Como podría ser posible que Z lo haya ido a buscar desde tan lejos? ¿Cuanto tiempo tardo en llegar a su pequeña casa? ¿Como Z sabía donde se encontraba?

Z interrumpió todos sus pensamientos tratando de evitar que R entrará en pánico, “somos hermanos cósmicos le dijó”, estamos conectados por algo más que la distancia y el tiempo, por algo más que la sangre. Se donde estas siempre y tú sabes donde estoy yo, pero las reglas de esta dimensión son olvidar todo cuando naces, en esta dimensión es necesario renacer para evolucionar y cuando “mueres” lo recuerdas todo nuevamente y sabes como volver a casa. Las “palabras” de Z (En realidad nadie había abierto la boca) retumbaron en la mente de R, el universo se le hizo tan pequeño en ese momento y se sintió parte de un todo. En ese momento R tenía demasiadas preguntas que realizarle a su amigo cósmico.

martes, 4 de abril de 2017

¿Solo o acompañado?

Existen personas que no pueden estar solas en el aspecto de pareja, se les complica el tener que vivir una vida sin ese cariño de otro ser humano, aunque esto implique el maltrato de su mismo ser, en viceversa también aplica.


Existen personas que han estado tanto tiempo solos, es decir, sin una pareja sentimental, que se les complica la vida cuando alguien irrumpe en su círculo perfecto, la pareja sentimental para este tipo de personas des-balancea la ecuación de toda su vida. Yo me incluyo en este segundo grupo, ya que, en los momentos en que esa persona ha llegado a mi vida, se ha des-balanceado mi vida perfecta, no se decir si para bien o para mal, simplemente todo cambia y se siente bien, estás avanzando, ¿a donde?, solo lo sabes al final.  



Creo que una persona no puede ser completamente independiente de otras, las personas que dicen que puedes vivir sin ninguna pareja (a mi parecer), no están en lo correcto, ya que estando solo aprendes muchas cosas y estando en pareja aprendes otras cosas más. Estando en  los dos lados he llegado a una conclusión:

No nacimos para estar solos pero tampoco nacimos para estar con cualquiera. Nacimos para estar con alguien que esté a nuestra altura y también tenemos que estar a la altura de él o ella.


Tantos millonarios que sufren por amor y no son felices. Tantos pobres que sufren por dinero y si son felices. Lo que llena cualquier ecuación es el amor bien correspondido.

martes, 14 de marzo de 2017

La batalla de un sueño...

Un sueño, un sueño de la pelea contigo mismo.




Hace mucho que no recuerdo mis sueños y mucho menos sueños que no sucedieron en una noche entera. Sueños fugaces.


Te contaré una historia que seguramente no tiene relevancia en tu vida, una historia que seguramente no te interesa, seguramente tienes mejores cosas que hacer en vez de leer un sueño de un desconocido. Espero esta historia por lo menos deje algún sentimiento en ti, aunque sea negativo no importa.

Acto 1 el rival


La sede del acto es muy complicada de describir, soy malo para hacer eso pero trataré de describirlo como estaba en mi mente.
Dos pasillos de escaleras blancas de mármol o un material parecido que se dirigían hacia arriba formaban la parte principal de la edificación. Existían tres descansos a lo largo de las escaleras y un descanso al final de ellas, en cada descanso se encontraba una entrada de madera blanca con manijas doradas.
Justo en medio de las dos escaleras se encontraba un verde a modo de jardín que le daba una vista de comunidad a toda esa monotonía y a la altura del penúltimo descanso antes de llegar a la cima, se encontraba una fuente con muchas flores curiosamente en ese descanso no había entradas a viviendas.
Nos encontrábamos dos amigos y yo realizando un tipo de actividad, en la cual trabajamos en equipo, nos encontrábamos en el penúltimo descanso, y casualmente existían otras tres personas trabajando en este mismo descanso. Todos sabíamos que el trabajo que estábamos haciendo no era importante, lo más importante en ese momento era localizar a tu rival, el rival con el cual lucharía.


Curiosamente yo sabía cuál era mi rival y supongo que mi rival sabía que yo era su oponente, se hizo un silencio incómodo y  a partir de eso comenzamos a pelear, yo sabía que iba a ganar, muy dentro de mí sabía que ese rival no tenía alma, que era parte de mí, que era una lucha con un espejo y él era el reflejo, tenía que vencer a mi otro yo. Este otro yo en mi sueño, una persona, físicamente fuerte, podía sentir sus golpes pero no me dolían, podía sentir la lucha, pero no sentía un odio de él hacia mí. Un lucha complicada pero al fin y al cabo una lucha que gané, porque mi yo real siempre tiene que ganar en cualquier situación.
Acto 2 la bestia


Después de mi primer lucha, mi primer victoria. Una lucha con reglas y normas, una lucha que todos esperamos y sabemos con quién nos va a tocar.
Me encontraba realizado este trabajo sin importancia que todos realizan en el penúltimo descanso de las escaleras, vi a mi rival aún tirado debajo de lo que parecía ser un repisa la cual le proveía un poco de sombra, ahí se encontraba mi ex rival tirado y derrotado.
Pasó un tiempo de relajación, cuando sentí que un amigo de mi ex rival me mandaba miradas y señales de odio, señales que solo te da una persona la cual quiere defender lo que ama, al parecer era la pareja de mi ex rival. Las reglas estipulaban que sólo se podría pelear con la persona que te correspondía, pero el odio a veces es suficiente para romper las reglas.
Esta mujer se me abalanzó sobre mí golpeándome en repetidas ocasiones, yo me encontraba en un estado de shock, no me lo esperaba, pensaba: “Se supone que no debería ser así, la reglas se deben seguir, así es la vida”, que equivocado estaba. En la vida no hay reglas, mis amigos lo sabían y aunque me podrían haber ayudado, ellos sabían que no era lo correcto. Era mi pelea, mi pelea inesperada, las peleas más difíciles, en las cuales no te encuentras listo para pelear y aun así tienes que hacerlo.
Al pasar todo eso sobre mi mente en una milésima de segundo, me di cuenta que tenía que pelear aunque me encontrara en el suelo, sabía que si llegaba a más mis amigos se meterían y tendría que repetir esta escena algún día, y que mejor día como enfrentarla HOY. Me levanté y comencé a luchar con todas las fuerzas que me quedaban, que eran pocas debido a la golpiza que me estaban dando. A diferencia de la primera pelea, en esta si me dolían los golpes, cada uno de sus golpes retumbaban en todo mí ser, ella era un monstruo. Un monstruo el cual no paraba, el cual tenía la única misión de destruirme, no había más en su mente, un monstruo con una fuerza tal que sería complicado de describir.
Lentamente me fui adecuando a sus golpes y comencé a contraatacar, lo más difícil fue ponerme de pie, mis amigos seguían mirándome, con esa mirada de confianza que te da fuerza, no podía defraudarlos, defraudar esa confianza podría hacerme caer en la derrota.
Fui golpeando poco a poco con una fuerza de bebé, como si acaba de hacer 50 lagartijas sin descansar, mis brazos cansados no tenían fuerza pero seguían golpeando. La bestia se estaba cansando y yo estaba recuperándome, estaba renaciendo, comencé a golpear con más y más y más  fuerza, la mirada de mis amigos cada vez estaba más brillante, apoyándome sin hablar. En ese momento supe que iba a vencer, que la bestia no es nada para mí, que esa bestia siempre ha estado ahí pero nunca la había hecho enojar tanto.
El momento en que vencí lo tomé como lo más natural del mundo, esta bestia me enseñó que no existen las reglas y que la injusticia siempre se encuentra a un lado de ti, la veas o no, la enfrentes o no.
Acto 3 repercusiones
Cuando vencí a la bestia, toda la comunidad ya la odiaba, ella había roto las reglas. Mi rival y la bestia seguían vivos dentro de la comunidad, pero ¿por qué la bestia era la única a la cual todos odiaban? Cuando nadie sabía quién era todos seguían en sus actividades. ¿Por qué todos la odiaban?
Era discriminada, hubo un punto en que yo también la odié, ¿cómo podría ser que haya roto las reglas?, ¿cómo podría ser que su misión fuera destruirme?, ¿como podría ser que existiera un ser así en medio de la comunidad?.
Me di cuenta de que un ser así debe existir siempre, sin la bestia ¿cómo podría yo saber que tan fuerte soy?, ¿cómo podría yo saber cuál es mi límite?, ¿cómo podría yo enfrentar a otras bestias que no viven en mi comunidad?, ¿cómo podría yo ayudar a mis amigos a enfrentar a sus bestias?
La bestia es y será siempre necesaria en nuestra comunidad, la bestia es de los seres más importantes de la comunidad. En este punto surgió una disculpa mental hacia la bestia. La perdoné.
La comunidad seguía enojada con ella, a tal punto que la querían desterrar a base de violencia, me puse a la tarea de hacerles entender a todas las partes de la comunidad que: todos somos uno y todos importamos dentro de ella.
En mi sueño esta parte fue muy divertida, a modo final de Hollywood con música y toda la escenografía dentro de las dos escaleras de mármol. Todos estaban  felices y la bestia arrepentida. Cada quien se fue a su puerta y todo terminó en paz, toda la comunidad perdonada y feliz.
En paz supongo será, hasta la próxima pelea. La próxima pelea donde yo estaré listo para mi rival, la bestia vendrá a mí sin avisar y seguramente no será el mismo personaje de mi comunidad, la bestia y los rivales siempre van a cambiar de personaje.
Mi interpretación
Creo que el sueño tuvo muchos significados, cada quien lo puede interpretar como quiera, pero así lo interpreto yo.
Acto 1


El acto 1 representa a mi rival y mi primera pelea esperada. Peleas justas que regularmente ganas, porque sabes cómo combatirlas, sabes que están ahí y en algún punto de tu vida las tienes que enfrentar. Esas peleas que todo ser humano en su momento de evolución tiene que luchar hasta superar.


Acto 2

Peleas injustas que no sabes de donde o cuando van a venir, que tienes que enfrentar sin ayuda de nadie, que tus apoyos aunque te quieran y deseen ayudarte, confían en ti porque saben que estas bien, ellos saben que lo podrás superar. Al final de todo no te queda otra que superar estas luchas inesperadas y fortalecer tu mente que es lo más importante a fortalecer. La mente, ese instrumento que nos sirve para fortalecer el SER.
Acto 3
Secuelas, secuelas que dejan esas peleas que al fin y al cabo
tenemos la responsabilidad de arreglar y hacer entender a esos amigos que te
dejaron evolucionar, que, la culpa no es de la entidad que te hizo daño, que no
hay culpa, que es la energía que existe en todo momento en toda vida, en todo
SER, el cual te hace evolucionar de una manera u otra.